BCB "B" 88 - GCB "C" 4 (Cadete Masculino)

Y llegó el ansiado partido, el que todos esperaban porque era un rival más flojo, había que superar nuestra mejor puntuación, reducir los puntos encajados, todo era optimismo, tanto que caimos en la relajación... y pasó lo que pasó. Duro golpe a la moral de los jugadores, y muy duro para mí. Puedo aceptar que mi equipo pierda partidos, de mucho, de poco, jugando mejor o peor... pero lo que no aceptaré es que mi equipo tenga una falta de actitud tan grande dentro de una cancha de baloncesto.

No sé dónde estará el fallo, pero lo encontraré y solucionaré ese problema para que no vuelva a repetirse la vergüenza que pasé (y que creo que todos pasamos) en el pabellón de la Granadilla.

Comenzó la jornada, todo eran risas y buen ambiente en el vestuario, todos contentos, felices por jugar... perfecto. Salimos a calentar y noté el primer síntoma de relajación, demasiadas preguntas sin venir a cuento, calentamiento sin ganas, como si estuviesen de excursión en el campo en un bonito día...

Y se produjo el salto inicial, la defensa correcta, el ataque atascado, como siempre, sin claridad de ideas, pero al menos se intetaban hacer cosas. Se llegó al final del primer cuarto con un resultado de 9-0.

Y comenzó la catástrofe... Falta de intensidad, de narices, de actitud, se bajaron los brazos, se dejó de defender, no cerrábamos rebote, no atacabamos nada, no fuimos capaces de salir de una presión floja, jugábamos en un metro de pista los 5 (que en realidad son 10 por los 5 defensores), nos jugábamos ataques uno contra tres defensores, no movíamos el balón nada, dábamos pases con contrarios delante y fáciles de cortar... sólo una jugada de Guille y dos más uno convertido. Resultado al descanso 33-3 (parcial de 24-3).

Tercer cuarto. Tras un descanso en el cual intenté animar a mis jugadores, a que siguieran luchando, a que luchasen con ganas el partido, fallé... No conseguí transmitir ese sentimiento, y se salió a la pista y la cosa fue a peor. Más desgana, balones que pasaban cerca y nos quejábamos sin seguir jugando, balance defensivo nulo, concediendo canastas fáciles al contraataque y muchas segundas, terceras, cuartas y quintas opciones tras no conseguir cerrar rebote, más pérdidas de balón, ataques locos, tirar a canasta porque sí, contra dos y tres defensores... un desastre... y quejándonos a los árbitros en vez de quejarnos de nosotros mismos que es lo que tenemos que aprender a hacer...

Marcador desbocado...


Y en el último cuarto, todos con ganas de terminar, de que eso pasase y sin ser capaces de tener un ataque de orgullo, nada... 48 balones perdidos, 4 puntos anotados, 88 recibidos... lo dicho un desastre y sobre todo la imagen que dimos... espero que no vuelva a repetirse algo así.

A seguir trabajando, hay que resignarse y nada más, no nos queda otra que seguir trabajando...